El aceite de oliva es una de las grasas más saludables que podemos encontrar, por eso es el must por excelencia de la dieta mediterránea. Pero además es un ingrediente usado en el campo de la cosmética desde la antigüedad. Las culturas egipcia, micénica y romana nos han dejado multitud de referencias arqueológicas sobre los productos creados con aceite de oliva y sus beneficios.
Usado tradicionalmente para tratar las uñas frágiles y quebradizas o el cabello dañado, el aceite de oliva es uno de los hidratantes naturales más efectivos que existen. Además protege la piel de factores externos y, al actuar como emoliente, favorece la regeneración de las células gracias a los ácidos grasos que contiene, en particular, el ácido oleico. Si a esto sumamos su aporte de vitaminas E y K, el aceite de oliva es un excelente aliado para combatir el envejecimiento prematuro de la piel, manteniéndola sedosa, tersa y suave.
Aunque existen explotaciones olivareras en distintas regiones de España, es en Andalucía y más concretamente en Jaén donde se concentra la mayor parte del cultivo del olivo, predominando la variedad picual, muy rica en ácido oleico. Este olivar de más de 550.000 años representa un 25% de la superficie española, produciendo en torno al 50% del total nacional de aceites de oliva, y más del 20% de todo el mundo. No es de extrañar que en esta zona encontremos spa que ofrecen tratamientos especiales de oleoterapia. Sirvan los que siguen como botón de muestra.
El Balneario San Andrés, en Canena, data de la época romana y está abierto desde 1853. Rodeado de pinos y olivos, queda a pocos kilómetros de Úbeda y Baeza, ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad.
También cerca de Baeza, en Puente del Obispo, se ubica el Spa Hacienda La Laguna en pleno olivar. Cuenta además con el Museo de la Cultura del Olivo, cuyo patio conserva decenas de especies de orígenes distintos.
El Spa Sierra de Cazorla, en La Iruela, está a un paso del Parque Natural del mismo nombre y ofrece unas vistas impresionantes de la sierra donde nace el río Guadalquivir, el “río Grande” del Al-Ándalus.
