¿Quién es capaz rehusar un bombón? ¿O de resistir la tentación de un segundo pedazo de chocolate, aun sabiéndose pecador? Nadie, diría yo. El aroma del cacao es irresistible porque estimula la producción de endorfinas, propiciando el buen humor y un mejor estado de ánimo. Pues he aquí una buena noticia: el chocolate es beneficioso para la piel. ¡Adiós al remordimiento!
Cada día son más los spas e institutos de belleza que ofrecen tratamientos a base de chocolate. El hierro, el calcio y las vitaminas A, B1, C y D convierten la manteca de cacao en un excelente hidratante natural que nutre y protege la elasticidad de la piel. Además, las habas de cacao presentan una alta concentración de antioxidantes que surten un increíble efecto anti-edad al combatir el exceso de radicales libres, manteniendo niveles óptimos de colágeno. El colágeno es imprescindible para retrasar la aparición de las primeras arrugas y reducir la producción de cortisol, la “hormona del estrés”, contribuyendo así a nuestro bienestar.
El chocolate también contiene flavonoides, que brindan un aspecto más terso y radiante a la piel, así como cafeína, que contribuye a estimular la circulación sanguínea y a eliminar impurezas y células muertas. Se puede aplicar tanto como mascarilla facial o como crema exfoliante corporal.
La próxima vez que visites un spa, déjate seducir por la cada vez más completa, sofisticada y deliciosa chocolate-terapia. Descubrirás que el chocolate, incluso como tratamiento, sigue siendo un premio. (treatment – treat)
