El Watsu nació en la década de 1980 en California de la mano de Harold Dull, que comenzó a aplicar técnicas de Shiatsu en pacientes inmersos en piscinas de agua termal (a 35° aproximadamente). El nombre deriva de la contracción de las palabras "water" (agua) y Shiatsu.
Es un tratamiento de bienestar cada vez más conocido y practicado a nivel mundial en SPA y centros termales, con el consiguiente aumento de las escuelas para la formación de operadores certificados. Durante el tratamiento con técnica watsu, el paciente flota en posición supina en agua a temperatura corporal, sostenido por los brazos del operador. La altura del agua no supera los 110 - 120 por lo que se mueve con absoluta seguridad. Un brazo del operador sostiene la cabeza del paciente, mientras el otro brazo sostiene la pelvis. El operador practica estiramientos, torsiones y presiones con los dedos con el objetivo de reequilibrar la estructura corporal y de la columna vertebral. Las orejas se introducen bajo el nivel del agua, pero la cara está siempre fuera, por lo tanto no se han previsto inmersiones ni apneas.
Esta especie de danza en el agua no es solo la aplicación de una técnica de manipulación o masaje. Watsu es también una experiencia que nos permite alcanzar un profundo estado de relajación con un gran beneficio para el cuerpo, la mente y el espíritu. El suave roce del agua despierta todas las partes del cuerpo llevando al cerebro los estímulos que recibe todo el físico, expandiendo la sensibilidad y la conciencia. Es adecuado para todas las edades: mujeres embarazadas, niños, ancianos incluso con reducidas capacidades motoras. Dado que no es necesario saber nadar, siempre que no haya ningún tipo de trauma que genere miedo, gracias al watsu se puede adquirir confianza y descubrir el placer de introducirse en el agua. Actualmente el watsu está a la espera del reconocimiento oficial de la Comunidad Europea para certificar los operadores como somaterapeutas o consejeros.
Hemos hablado de watsu con Stefania Malcuori, que desde hace más de veinte años practica Shiatsu y tratamientos en agua en SPA, centros termales y de talasoterapia en la Toscana. “El agua caliente nos retrotrae al ambiente uterino, a la quietud prenatal, por ello el cuerpo se relaja más, libera tensiones, es como un retorno al útero materno”, explica Stefania. “La ausencia de peso y la relajación hacen que la persona limite el exceso de control sobre la postura y no cree tensiones en el cuerpo, por lo que el físico está más relajado y responde mejor a los esfuerzos”. Las maniobras son un poco diferentes del Shiatsu propiamente dicho, ya que en el agua las fuerzas actúan de manera diferente. Esto facilita la labor al operador watsu: las presiones aprovechan el peso de la persona, la resistencia del agua y la fuerza se realiza desde abajo hacia arriba. En general, es un enfoque más suave que el Shiatsu, con más caricias y puede ser también un momento íntimo, como en caso de las sesiones watsu para mujeres embarazadas ayudadas por la pareja. Sin embargo, los principios de referencia no cambian: se actúa siempre sobre los meridianos y los puntos de la acupuntura, para el reequilibrio de la estructura corporal y de la columna vertebral".
